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UNESCO

Centro Católico Internacional de Cooperación con la UNESCO - CCIC

CCI"Directrices Internacionales sobre Educación sexual" UNESCO 2018

Análisis y contribución de la CCIC

Teniendo en cuenta, por una parte, las misiones de la UNESCO y, por otra, los principios de colaboración del CCIC con la UNESCO, un grupo de trabajo integrado por ONG de inspiración católica miembros de la plataforma y ONG amigas, tomó la iniciativa de estudiar este documento presentado por la UNESCO en marzo de 2018 (versión francesa en diciembre).

Este grupo de trabajo acordó el siguiente texto, compuesto de reacciones y recomendaciones, dirigidas más particularmente a los miembros del CCIC, después de haber enviado un texto específico al sector de la UNESCO en cuestión y otro al Foro de ONG de inspiración católica de Roma.

La educación, y especialmente la educación integral de la persona que se imparte, entre otras cosas, en las instituciones educativas católicas, tiene un papel importante que desempeñar para lograr una percepción equilibrada de los hombres y las mujeres en una sociedad inclusiva.

Porque respetar a los jóvenes significa considerarlos en todos los aspectos de su persona: físico, emocional, intelectual, social y espiritual. La sexualidad expresa todas estas dimensiones. De acuerdo con el principio de subsidiariedad, ésta debe ser objeto de una primera educación informal en el seno de la unidad familiar por parte de los padres y, a continuación, ser apoyada por una educación formal, presentada a los padres en el contexto escolar.

Esa educación también tiene un importante papel que desempeñar en la concienciación de que las mujeres y los hombres, los niños y las niñas, desempeñan funciones de igual importancia y valor. Las diferentes culturas tradicionalmente asignan a las niñas y a los niños ciertos roles diferenciados. Es interesante cuestionarlas para evaluar su relevancia en diferentes campos (educación, oficios, trabajo compartido, derechos, transmisión de la vida...). Este cuestionamiento no puede ocultar la diversidad biológica entre mujeres y hombres. El discernimiento es esencial para evitar entrar en una instrumentalización ideológica y política del concepto de género con el fin de formular nuevas normas.

En efecto, los seres de relación, hombres y mujeres, participan en la construcción de la sociedad en su papel de padres, ciudadanos que son actores en el desarrollo de su país y de la humanidad.

Del mismo modo, comparten responsabilidades iguales, así como derechos iguales, en virtud de su pertenencia común a la naturaleza humana.

Sin embargo, en algunos países, la exclusión temporal y repetitiva de las niñas que tienen su período menstrual y la deserción escolar, a menudo permanente, de las embarazadas, conducen de hecho a una falta de acceso a la educación que es perjudicial para su futuro y el de su comunidad. La necesidad de educación afecta tanto a los niños como a las niñas. La construcción de su personalidad, sus trayectorias vitales y sus responsabilidades están estrechamente ligadas. Es importante considerar lo que las sociedades ganan con la promoción de una educación sexual de calidad, también encuentran beneficios en términos de reducción de la pobreza.

Cabe señalar también que es poco probable que las poblaciones que sufren discriminación social o jurídica, pobreza moral o educativa, confinamiento en castas, escapen a la exclusión debido a la falta de una red relacional influyente y de recursos financieros suficientes para obtener ayuda y apoyo. Su única oportunidad, tanto para los niños como para las niñas, es el acceso a una educación integral de calidad, camino y factor de Paz para las sociedades.

En una preocupación por la exclusividad, la agenda de las Naciones Unidas - ODD 2030 - promueve, entre otras cosas, las "Directrices Internacionales sobre Educación en Sexualidad" - UNESCO Marzo 2018 - Para que esta iniciativa tan rica dé más frutos, debería ser capaz de:

• Reconocer la necesidad vital de cada persona de amar y ser amada, a largo plazo y con estabilidad, que es de orden diferente a la práctica del "safe sex" vinculada al hedonismo y dependiente de la bioeconomía (mercantilización del cuerpo, "bioindustria", industria de la pornografía…);

• Salir de un enfoque educativo que sólo sería un enfoque comportamental, abordando la cuestión del sentido del cuerpo, del compromiso, del proyecto de vida;

• Promover y desarrollar la educación sexual integral: física, emocional, intelectual, social y espiritual, para niños y niñas, adaptada a cada edad de la vida;

• Educar a las niñas y los niños en la estima de su cuerpo sexual, recibido desde la concepción. Acompañar, con discernimiento iluminado, a jóvenes y ancianos en sus posibles preguntas sobre su orientación sexual;

• Tener en cuenta que la Ciencia tiene su propio campo de validez, así como la sociología tiene sus propios perímetros. Ninguna de estas disciplinas dice todo sobre los humanos. Por lo tanto, el discernimiento debe utilizarse para evitar el uso de programas "que fomenten una identidad personal y una intimidad afectiva que están radicalmente aisladas de la diversidad biológica entre hombres y mujeres". Es probable que los jóvenes se sientan profundamente perturbados, si no manipulados, cuando estas teorías les son presentadas por los profesores en los que depositan su confianza;

• Acoger y entablar un diálogo con las minorías sexuales es positivo. Decir la verdad significa también abordar las consecuencias biológicas para las personas afectadas, como las consecuencias jurídicas para la sociedad en su conjunto: los derechos sobre el niño y los derechos para el niño; la mercantilización del cuerpo de las madres de alquiler; la explotación de las mujeres más pobres; las filiaciones desconectadas de la realidad biológica.

• Incluir sistemáticamente a los padres y tutores legales en el proceso educativo (DUDH art. 26 y Derechos del Niño art. 3, 28 y 29). Así, educar a una generación incluyendo a los padres permitiría establecer un diálogo intergeneracional en el seno de las familias que garantice la confianza mutua;

• Tener en cuenta el grado de madurez de los "alumnos" (diferente a la edad de su estado civil) y las presiones culturales circundantes, para ello habría que crear grupos de trabajo muy reducidos, en los que se pudieran sentir cómodos y se respetara el pudor de cada uno de los participantes;

• Tener en cuenta que puede haber una relación de poder o de fuerza dentro de la relación sexual. La negociación para el consentimiento de los componentes de la pareja no es entonces ni libre ni equilibrada;

• Combatir la trivialización, representación, mercantilización e instrumentalización del acto sexual que tiene consecuencias destructivas para la persona, especialmente para los niños que ahora están expuestos muy pronto, sin control parental, a la pornografía distribuida a través de Internet.

• Estar atento, en la comunicación, a las tendencias ideológicas presentadas como criterios objetivos o científicos;

• Desarrollar el diálogo y la reflexión ética sobre las consecuencias de las decisiones individuales y sociales relativas a la filiación y la paternidad;

• Proporcionar información precisa sobre la belleza y la responsabilidad de la transmisión de la vida por parte de un hombre y una mujer maduros física y psicológicamente, como un componente esencial de esta educación. Los seres humanos tienen la característica singular de ser conscientes y libres para recibir y transmitir la vida como un regalo. Por lo tanto, sería preferible utilizar el término procreación en lugar de reproducción.

En conclusión, para conciliar Ciencia y Sabiduría, la educación de calidad (ODD4), que incluye la educación en sexualidad, implica:

• tener en cuenta todas las dimensiones de la persona, estar en una relación, y en particular esta aspiración universal de amar y ser amado;

• tener en cuenta una aspiración:

- a más paz para poder construir la propia vida con autoestima y respeto por los demás;

- vivir relaciones estables a lo largo del tiempo, porque los jóvenes conocen el valor constructivo de la unidad familiar, independientemente de las dificultades encontradas;

- asegurar que los poderes de la tecnología médica sean aliados del cuidado en todas las etapas de la vida, relativizando la omnipotencia de la medicina;

- poner al hombre en su lugar correcto: un ser de relación.

Nos dirigimos a una generación en camino a la realización, capaz de tomar decisiones responsables, ¡portadora del gusto por la vida!

Porque sabemos que "el modo en que el hombre se dedica a construir su futuro depende de su concepción de sí mismo y de su destino. Es en este nivel donde reside la contribución específica y decisiva de la Iglesia a la verdadera cultura".

 

Paris el 26 de junio 2019

 

Participaron en la elaboración de este documento:

• AIC : Association Internationale des Charités

• CCIC : Centre Catholique International de Coopération avec l’UNESCO

• FAFCE : Fédération des Associations Familiales Catholiques Europe

• SGEC : Secrétariat Général de l’Enseignement Catholique de France

• UMOFC : Union Mondiale des Organisations Féminines Catholiques