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Actividades Regionales

Valorizar lo femenino para promover los derechos y la dignidad de la persona

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Maternidad, trabajo y familia: estos son los temas que centran la reflexión promovida por la Asociación Beata Maria Cristina di Savoia junto con el Movimento Nazionale Donne UCID, ambos miembros de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC).

En la Sala Capitular del Senado, en Sta. Maria Sopra Minerva en Roma, tuvo lugar una reflexión sobre los profundos cambios culturales que se están produciendo en el camino hacia la consecución de la igualdad de oportunidades para las mujeres, su plena participación en la vida social y política y en el trabajo, profundizando de manera particular en la relación entre hombres y mujeres y en los derechos y deberes inherentes a la familia.

En la valorización de la especificidad femenina, urge defender y promover la dignidad personal de la mujer.

Presentado por la Presidenta de la Asociación Beata Maria Cristina di Savoia, Silvana Alesiani, y por la Secretaria Nacional Laura Frattari, el encuentro se abrió con el discurso inaugural que bajo el título "La maternidad: ¿un nuevo feminismo?" pronunció el padre Riccardo Lufrani, profesor de teología en la Universidad Lumsa, quien subrayó cómo, más que hablar de roles, es necesario poner de relieve la vocación de cada persona asegurando una presencia coordinada y armoniosa de hombres y mujeres en la vida y en el ejercicio de las responsabilidades en la pareja, en la familia y en la sociedad para una "civilización del amor", como Lufrani quiso definir su visión.

La verdadera igualdad de la mujer se desarrolla en una dinámica de complementariedad y reciprocidad con el hombre, complementariedad recíproca por tanto, recordando la Mulieris dignitatem de Juan Pablo II, que debe entenderse como corresponsabilidad no sólo en cuanto a los roles y funciones a desempeñar, sino sobre todo en cuanto a la estructura y significado personal. No una igualdad estática y estandarizada, sino una diversidad en la igualdad, enriquecedora e indispensable para una convivencia humana armoniosa.

Desgraciadamente, la tendencia a buscar una mayor productividad o un beneficio cada vez mayor conduce a procesos de competencia. Estamos llamados a encontrar verdaderas formas de relación entre todos nosotros, viendo las diferencias como riquezas que hay que aprovechar para el bien de todos.

Se necesitan herramientas para afrontar el cambio de época en curso, para la comprensión de los fenómenos y de la Historia, de lo que quiere decir “maternidad”, pues de lo contrario se corre el riesgo de perder la identidad cultural propia, los derechos y la dignidad de las personas. La senadora Lavinia Mennuni, miembro de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión bicameral para la Infancia y la Adolescencia, ante los datos que indican una media de poco más de un hijo y una edad cada vez más avanzada para ser madre o que incluso se renuncia a tener hijos por miedo a perder el trabajo, ha reiteró que la natalidad es prioritaria en la agenda política italiana. Con la maniobra presupuestaria de 2024, el Gobierno ha puesto en marcha medidas a favor de las familias, los jóvenes y desgravaciones fiscales para apoyar a los padres, pero sin duda hacen falta más incentivos para crear las bases de la proyectualidad juvenil y, sobre todo, una revolución cultural. La convicción es que hoy más que nunca buscamos una visión clara que oriente a nuestra sociedad, en un momento de cambios profundos e inevitables que deben ser aprovechados como una oportunidad de enriquecimiento respetando los derechos y principios fundamentales.

Conciliar trabajo e hijos es un empeño posible y un camino que hay que compartir, según Stefania Brancaccio, Presidenta del Movimento Nazionale Donne UCID, deseosa de compartir su propia historia como emprendedora para transformar las empresas desde dentro, de modo que se conviertan en lugares más iluminados donde se valore a la persona. Un compromiso asumido en primera persona, y reconocido con la condecoración de Cavaliere del Lavoro, para evitar las dificultades que muchas mujeres experimentan cada día debido a la conflictiva relación entre la maternidad y los cuidados, por un lado, y el trabajo, por otro. Cambiar las organizaciones requiere valentía, la valentía de devolver a los cuidados y a la maternidad el significado que merecen no sólo desde el punto de vista social, sino también económico. Precisamente para promover acciones concretas e indicar un camino compartido para una transformación de la economía que permita valorizar a la mujer en la sociedad, el trabajo y la familia, el Movimento Nazionale Donne UCID, siguiendo la exhortación del Papa, ha presentado una propuesta, también en el G20, para desgravar el trabajo femenino, y nos complace ver que el Gobierno avanza en la dirección de servirse de incentivos fiscales para apoyar a las mujeres trabajadoras y a la familia. Superando la lógica de las cuotas rosas.

Aún queda mucho por hacer para una verdadera transformación, incluyendo la cultural.

Los datos sobre el estado de la inclusión y el empleo en las empresas fueron destacados por Stefania Grea, Secretaria General de la Fundación Human Age Insitute, ManpowerGroup, quien señaló que las mujeres no piden tanto flexibilidad como que se las ponga en condiciones de volver a la oficina tras la baja por maternidad garantizando itinerarios de actualización de competencias y reconocimiento de capacidades.

Factores que inciden en las disparidades salariales que, por desgracia, siguen existiendo en todas las categorías profesionales, como afirma el abogado Filippo Romeo, profesor de Derecho privado en la Universidad Kore de Enna, que ha profundizado en el tema de la violencia económica y la diferencia salarial entre hombres y mujeres. Asumir los cuidados familiares afecta tanto a las carreras profesionales como a las opciones de dejar el trabajo y, con demasiada frecuencia, elecciones que en principio parecen libres se convierten en verdaderas dependencias económicas o incluso en violencia contra la persona.

Siempre es muy útil recordar la historia para comprender mejor la realidad del presente y tener claro el camino a seguir. Y la abogada Laura Frattari en las conclusiones ha ilustrado el recorrido legislativo de los derechos de la mujer, las dificultades y los retos a los que se enfrentaron las primeras mujeres que entraron en política y aportaron una contribución decisiva que condujo a los logros alcanzados. Hoy se hace necesaria una extrema claridad y transparencia en las opciones políticas para que el camino de la igualdad continúe, evitando sin embargo que esta se traduzca en acciones para igualdades de modalidad de comportamiento, de competición, rivalidades que conllevan el riesgo de pisotear los derechos y la dignidad del ser humano y de afectar negativamente a la familia.

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La Asociación Maria Cristina di Savoia ha emprendido un itinerario centrado en el tema social "Femenino y Feminismo", que reflexiona sobre la igualdad de género y los retos a los que se enfrentan las mujeres en el mundo laboral. La reflexión se extiende a la preservación de la identidad femenina, haciendo hincapié en la importancia de acceder a las oportunidades de empleo sin comprometer la propia naturaleza. Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia guían a la asociación en la promoción de una colaboración entre hombres y mujeres basada en el respeto mutuo, ya sea en el matrimonio como en otras dimensiones de la vida. Se presta especial atención a la maternidad, un tema a menudo descuidado y a la importancia de reintroducirlo en el discurso sobre la igualdad de género. La asociación está llevando a cabo un proyecto "Mujeres artesanas" para respaldar a las mujeres económicamente independientes a través de la creatividad, en línea con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. El proyecto piloto se presentará el 8 de marzo en Enna.

La UCID, Unione Cristiana Imprenditori Dirigenti (Unión Cristiana de Empresarios y Directivos), es una asociación de personas que, desde 1947, acoge a todos aquellos que, con un papel de responsabilidad, pretenden comprometerse a testimoniar con coherencia el mensaje evangélico y la Doctrina Social de la Iglesia.

Los valores de la iniciativa empresarial iluminados por la Fe encuentran en el contexto de la UCID tanto cursos de formación adecuados sobre la centralidad de la empresa en función de la centralidad de la persona, en función de la centralidad de Dios, como cualificados e innovadores momentos de aplicación para el desarrollo y la construcción del Bien Común.

Roberta Mazzeo, Secretaria Nacional del Movimento Donne UCID. Este artículo fue traducido del original en italiano.