Junto a María tejamos con humanidad las tramas de nuestro tiempo

Queridas amigas:

“«Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer» (Ga 4,4). Nacido de mujer: así es cómo vino Jesús (…) En el vientre de una mujer, Dios y la humanidad se unieron para no separarse nunca más. También ahora, en el cielo, Jesús vive en la carne que tomó en el vientre de su madre.” (Papa Francisco, homilía 1 de enero 2020)

Con estas palabras del Papa hemos empezado este año y quisiera con ellas culminar el 2020 ¡tan sufrido por toda la humanidad! Hemos padecido enfermedad, muerte, miedo, riesgos, incertidumbre, cambios de hábitos, empobrecimiento, carencias afectivas y tanto más. Hemos tenido la experiencia de “estar congelados” en nuestros lugares y a la vez, se nos han abierto nuevas oportunidades de estar conectados y ojalá, también de “estar comunicados” y “ser más solidarios” haciéndonos cargo los unos a los otros.

En este diciembre, somos más conscientes de nuestra fragilidad y dependencia, al mismo tiempo debería crecer nuestra confianza en la divina Providencia. ¿Cómo hacerla crecer? Les comparto mi oración de esta mañana, cuando comencé a preparar este mensaje: Junto a ti María, como hija quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Te pido que me eduques y me enseñes a rezar, para acoger, reflejar y transmitir la presencia cercana de tu Hijo el Redentor. Madre: hazme transparente, lléname de paz. Que el Niño que esperamos me haga más humilde, tan sensible como tú, instrumento en sus Manos para caminar, con lazos fraternales, hacia la Patria Celestial. (Cfr. canción argentina: Junto a Ti María)

Seguramente cada una de ustedes en este Adviento tendrá, en su diálogo íntimo con María, su proprio eco de las palabras del Papa: “…comenzamos el año bajo el signo de Nuestra Señora, la mujer que tejió la humanidad de Dios. Si queremos tejer con humanidad las tramas de nuestro tiempo, debemos partir de nuevo de la mujer. (…) Es propio de la mujer tomarse la vida en serio. La mujer manifiesta que el significado de la vida no es continuar a producir cosas, sino tomar en serio las que ya están. Sólo quien mira con el corazón ve bien, porque sabe “ver en profundidad” a la persona más allá de sus errores, al hermano más allá de sus fragilidades, la esperanza en medio de las dificultades; ve a Dios en todo.” (Papa Francisco, homilía 1 de enero 2020)

Como siempre al finalizar un año de vida conviene que hagamos un examen de conciencia, comenzando por recordar, por pasar por nuestra mente y nuestro corazón, los dones recibidos, de la mano de María. Hagamos memoria agradecida de la presencia cercana del Señor en este 2020, en medio de la emergencia Coronavirus o de sus consecuencias. ¡Cuánto para dar gracias como miembros de una organización de la UMOFC! Y luego, ante tanta generosidad, pidamos perdón a Dios y a los demás. Como presidente de la UMOFC, les pido tengan la bondad de perdonar mis omisiones, mis faltas de escucha, comprensión y acompañamiento en medio de esta crisis y mis actitudes no siempre adecuadas.

Y les propongo que, en el 2020 aniversario del nacimiento de Jesús, junto a la preparación de los regalos de Navidad, reflexionemos sobre qué regalo podemos hacerle a la UMOFC en este aniversario 110° de su fundación. El festejo comenzó este año, pero se extenderá durante todo el 2021 para poder celebrarlo mejor, a pesar de la distancia.

¡Qué bello es recordar lo que es la UMOFC! Es un honor y al mismo tiempo es una gran responsabilidad ser la única Asociación Pública Internacional de Fieles que se dedica a las mujeres, reconocida como tal por la Sede Santa, cuando el Papa nos ha subrayado que: “La mujer es donante y mediadora de paz y debe ser completamente involucrada en los procesos de toma de decisiones. Porque cuando las mujeres pueden transmitir sus dones, el mundo se encuentra más unido y más en paz. Por lo tanto, una conquista para la mujer es una conquista para toda la humanidad.” (Papa Francisco, homilía 1 de enero 2020)

A María de la Esperanza, Mujer del Adviento, Madre en la Navidad, le encomiendo la UMOFC, sus organizaciones miembros, las casi 8 millones de mujeres que las integran y todas las niñas, adolescentes y mujeres que en la actualidad, en diferentes partes del mundo, sufren terriblemente por la violación de sus derechos y la falta de los medios imprescindibles para una vida digna, en una sociedad inclusiva y fraterna. Junto a ti María, quisiéramos tejer con humanidad las tramas de nuestro tiempo. ¡Fiat y Magnificat!

Queridas amigas, les deseo un fecundo Adviento y una feliz y santa Navidad, con afecto,

María Lía Zervino, Servidora

Presidente General de la UMOFC

Les recomiendo para este mes:

En texto, Fratelli Tutti, en particular:

- El valor de la solidaridad (114-117)

- Recuperar la amabilidad (222-224)

- Recomenzar desde la verdad (226-227)

En video:

- David Steindl-Rast: ¿Quieres ser feliz? Sé agradecido – Conferencia TED