En la pasada Asamblea de Asís adoptamos, entre otras, la resolución de trabajar para corregir la actual crisis alimentaria mundial, fomentando un consumo responsable y reduciendo el desperdicio de alimentos. La propia resolución expresa que las mujeres de la UMOFC deben involucrarse en el llamado urgente a la acción enunciado en la Encíclica Laudato si' en relación con los problemas ambientales y de cambio climático, promoviendo la conversión ecológica. 

 

Antes que nada, felicito a las organizaciones que ya están trabajando con ahínco en esta resolución y las invito a que nos comuniquen, a través del Secretariado, lo que han hecho, incluyendo fotografías. Con ello, además de compartir sus buenas prácticas con las demás mujeres de la UMOFC en el mundo, serán candidatas a que su experiencia se publique en “Vatican News”, el portal de noticias oficial de la Santa Sede.

 

Tristemente, han pasado ya 8 años desde que se publicó la Carta Encíclica del Papa Francisco Laudato si' y, como todos podemos constatar, el deterioro ambiental crece con lamentables consecuencias. El cambio climático perjudica la vida de miles y miles de personas, especialmente las más vulnerables. La preocupación del Santo Padre es tal que el pasado 4 de octubre publicó la Exhortación Apostólica: Laudate Deum. Vemos claramente que la resolución adoptada en Asís coincide con su preocupación: “con el paso del tiempo advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre […] es indudable que el impacto del cambio climático perjudicará de modo creciente las vidas y las familias de muchas personas. Sentiremos sus efectos en los ámbitos de la salud, las fuentes de trabajo, el acceso a los recursos, la vivienda, las migraciones forzadas, etc.” (LD 2) “El cambio climático es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan la sociedad y la comunidad mundial”. (LD 3).

 

Me duele particularmente la parte donde el Santo Padre nos dice: “Con la pretensión de simplificar la realidad, no faltan quienes responsabilizan a los pobres porque tienen muchos hijos y hasta pretenden resolverlo mutilando a las mujeres de países menos desarrollados. Como siempre, pareciera que la culpa es de los pobres. Pero la realidad es que un bajo porcentaje más rico del planeta contamina más que el 50% más pobre de toda la población mundial y que la emisión per cápita de los países más ricos es muchas veces mayor que la de los más pobres…¿Cómo olvidar que África, que alberga más de la mitad de los más pobres del planeta, es responsable de una mínima parte de las emisiones históricas? (LD 9) 

 

El Papa nos alerta de cómo el calentamiento global crece en proporciones alarmantes, creando condiciones climáticas extremas y cada vez más desastres naturales. Señala que la comunidad internacional debe tomar urgentemente acciones más inmediatas y contundentes para abordar esta crisis climática que amenaza a toda la humanidad. Los Estados y la comunidad internacional deben desarrollar ya políticas y ordenamientos legales cuyo incumplimiento traiga aparejado sanciones reales y efectivas. En este contexto, Su Santidad ha decidido participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la llamada COP28 (Conferencia de las Partes) que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos*. Esta decisión marca la primera vez que un Papa asistirá a una cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas desde su inicio en 1995. A nosotros Nos pide que ejerzamos “una sana ‘presión’, porque a cada familia le corresponde pensar que está en juego el futuro de sus hijos”. (LD 58)

 

Hace unos días se realizó, también en Dubái, la Cumbre Mundial de la Fe que reunió a unos 30 líderes de distintas religiones que firmaron una declaración conjunta dirigida a los delegados de la próxima COP28. En ella se insta a los líderes mundiales a actuar para proteger el planeta. Esta fue, sin duda, una oportunidad para promover la unidad entre las distintas confesiones por un objetivo común.

 

 

 

Nosotras en la UMOFC tenemos mucho que hacer. Un real y verdadero cambio solo se podrá lograr a través del cambio de mentalidad de todos y cada uno de nosotros. Las invito a:

• Reforzar, en sus organizaciones y comunidades, el trabajo para concientizar a las personas, organizaciones e instancias del gobierno de lo que realmente estamos haciendo con nuestro planeta.
• Según sus circunstancias y posibilidades concretas, promover buenas prácticas que lleven al uso responsable de los recursos naturales y al cuidado de la casa común.
• Apoyar con su trabajo, oraciones y recursos, los proyectos del Observatorio Mundial de las Mujeres (WWO) que buscan escuchar, visibilizar y transformar las vidas de miles y miles de mujeres que, víctimas de los estragos del cambio climático, se han quedado solas pues sus esposos o hijos han emigrado en busca de mejores oportunidades para subsistir o que se han visto forzadas a emigrar, frecuentemente con sus pequeños, arriesgando su propia seguridad e integridad personal y la de sus hijos.
• Alzar la voz para presionar a sus gobiernos a tomar medidas más eficaces a fin de detener el calentamiento global, incluyendo la aprobación de políticas y regulaciones efectivas y en la próxima COP28.
• Trabajar en red con otros organismos religiosos y de la sociedad civil, de buena voluntad, para potenciar todo lo anterior y lograr mayor incidencia.
• Formarse adecuadamente para hacer frente eficazmente a estos grandes retos. Me permito recomendarles, entre otras cosas, visitar la pag. web de la Plataforma de Acción Laudato si', https://plataformadeaccionlaudatosi.org/, conocer todas las iniciativas que se están llevando a cabo y, por supuesto, leer y estudiar la nueva Exhortación Apostólica: Laudate Deum, misma que podrán encontrar en la página web del Vaticano
• Finalmente, lo que nunca debe faltarnos, lo más importante: orar. Recemos, entre otras cosas, porque la COP28 alcance los objetivos indispensables para proteger la Casa Común que el Señor nos ha regalado.

Termino con uno de los párrafos de la hermosa oración con la que el Santo Padre concluye la Laudato si'. Las invito a rezarla todos los días, especialmente durante la realización de la próxima cumbre climática.

 

 

Mónica Santamarina

Presidenta General de la UMOFC