Este mes está dedicado a la Virgen María y queremos poner bajo su protección especial nuestro camino hacia la Asamblea General y toda la vida de la UMOFC. Este año, el 13 de mayo, día de la UMOFC, se celebra el domingo, así que tenemos la posibilidad de hacer participar a más personas en la celebración.

Queremos compartir nuestra experiencia sin ningún tipo de exclusividad. El Papa Francisco en Amoris Laetitia afirma que si hay amor  “no hay lugar para sentir malestar por el bien de otro (cf. Hch 7,9; 17,5). La envidia es una tristeza por el bien ajeno, que muestra que no nos interesa la felicidad de los demás, ya que estamos exclusivamente concentrados en el propio bienestar. Mientras el amor nos hace salir de nosotros mismos, la envidia nos lleva a centrarnos en el propio yo. El verdadero amor valora los logros ajenos, no los siente como una amenaza, y se libera del sabor amargo de la envidia. Acepta que cada uno tiene dones diferentes y distintos caminos en la vida. Entonces, procura descubrir su propio camino para ser feliz, dejando que los demás encuentren el suyo.”(AL 95) ... El amor nos lleva a una sentida valoración de cada ser humano, reconociendo su derecho a la felicidad. .... Esta misma raíz del amor, en todo caso, es lo que me lleva a rechazar la injusticia de que algunos tengan demasiado y otros no tengan nada, o lo que me mueve a buscar que también los descartables de la sociedad puedan vivir un poco de alegría. Pero eso no es envidia, sino deseos de equidad”(AL 96).

Las mujeres de la UMOFC no se consideran un club privado exclusivo, sino una forma de estar presentes y activas en la Iglesia y, al mismo tiempo, promueven la dignidad de cada persona en el mundo: portadoras de "agua viva". Que María Reina de la Paz nos ayude a ser testigos sin temor del amor de Jesús.

REGINA CAELI  (Ángelus durante el Tiempo pascual)

Reina del cielo, alégrate, aleluya.

Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

Ha resucitado según su palabra, aleluya.

Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

Goza y alégrate Virgen María, aleluya.

Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya

Testimonio

Santa Elizabeth Ana Bayley nació en la ciudad de Nueva York el 28 de agosto de 1774 en una destacada familia episcopal, y perdió a su madre a la edad de tres años. En 1794, a la edad de 19 años, Elizabeth se casó con William Magee Seton, un adinerado hombre de negocios con quien tuvo cinco hijos. William murió de tuberculosis en 1803, dejando a Elizabeth viuda muy joven. Después de descubrir el catolicismo en Italia, donde su esposo había muerto, Elizabeth regresó a los Estados Unidos y pasó a formar parte de la Iglesia Católica en 1805, en Nueva York. Después de varios años difíciles, Elizabeth se mudó en 1809 a Emmitsburg, Maryland, donde fundó las Hermanas de la Caridad de San José, la primera comunidad de religiosas establecida en los Estados Unidos. También comenzó la Academia St. Joseph y la Free School, plantando así las semillas de la educación católica en los Estados Unidos. Su legado ahora incluye congregaciones religiosas en los Estados Unidos y Canadá, cuyos miembros trabajan en las necesidades de las personas que viven en la pobreza en América del Norte y más allá.

Madre Seton, como es llamada a menudo, fue canonizada el domingo 14 de septiembre de 1975 en la plaza de San Pedro por el Papa Pablo VI. Ella fue la primera ciudadana nacida en los Estados Unidos en recibir el título de "Santa".

Otras lecturas

Evangelii Gaudium 264-267

Caritas in Veritate 3-5

Amoris Laetitia 95-96

Doctrina social de la Iglesia  204-206