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Durante el mes de octubre, Roma acogió la primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (4-29 de octubre de 2023), un acontecimiento sin precedentes en la historia de la Iglesia. Durante cerca de un mes, 464 participantes procedentes de todos los rincones del planeta, de entre los cuáles 54 eran mujeres, laicas y religiosas con derecho a voto, se reunieron para comprender, reflexionar y debatir sobre el futuro de la Iglesia.
Al mismo tiempo, la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), el Foro Internacional de Acción Católica (FIAC) y la Acción Católica Italiana organizaron dos encuentros de reflexión y oración los días 18 y 26 de octubre, involucrando a hombres y mujeres que participan activamente en la Asamblea Sinodal, bajo el título "Caminando con el Sínodo".
Primer Encuentro: "La Iglesia sinodal, testigo profético de la reconciliación y artífice de la paz" (18 de octubre)
El evento del 18 de octubre exploró el tema "La Iglesia Sinodal, testigo profético de la reconciliación y artífice de la paz". El encuentro, moderado por Giuseppe Notarstefano, Presidente Nacional de la Acción Católica Italiana, comenzó con una reflexión sobre la Sinodalidad a cargo de Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo, asistente eclesiástico del FIAC, y la proyección de un vídeo sobre el tema, producido por el Observatorio Mundial de la Mujer (WWO), en el marco del proyecto Mujeres y Sinodalidad.
En un espíritu de condivisión, algunos participantes del Sínodo comentaron un pasaje bíblico a la luz de sus experiencias y del contexto actual de la "Tercera Guerra Mundial en pedazos". Participaron en la reflexión, entre otros, Mons. Carlos Alfonso Azpiroz Costa, Arzobispo de Bahía Blanca, Mons. Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto, que subrayó la importancia del sacrificio y del amor que representa el sacrificio sin esperar nada a cambio.
Monseñor Erio Castellucci, arzobispo de Módena y obispo de Carpi, subrayó el significado de la palabra "paz". La teóloga Giuseppina De Simone, testigo del proceso sinodal en Europa, habló del valor del "estilo" sinodal, de la importancia de estar "juntos"(toghether). Eva Fernández Mateo, Presidenta Nacional de AC en España y coordinadora del Secretariado del FIAC, invitada especial al Sínodo, dirigió un emotivo momento de oración.
En la segunda parte de la reunión, Mónica Santamarina, Presidenta General de la UMOFC, recordó la impresionante actividad de esta organización, que representa a más de 8 millones de mujeres en todo el mundo.
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Segunda reunión: "Perspectivas de futuro a partir de la experiencia de los participantes en la Asamblea Sinodal" (26 de octubre)
La segunda reunión, celebrada el 26 de octubre, marcó un momento crucial, al ofrecer una visión de las experiencias de aquellos que estuvieron presentes durante la Asamblea Sinodal. Coordinada por Mónica Santamarina, la reunión ofreció una visión general de las perspectivas futuras en la fase final del Sínodo. Mónica Santamarina dirigió un apasionado diálogo, planteando dos preguntas a cada invitado.
La primera pregunta: sobre las experiencias y perspectivas globales surgidas del recorrido Sinodal
En la primera pregunta, Mónica Santamarina preguntó a los invitados cómo transmitir las experiencias sinodales en el contexto de las responsabilidades eclesiales cotidianas, con especial atención a las personas de las periferias, a menudo ignoradas y sin voz.
La hermana María de los Dolores Palencia, Presidenta Delegada, dedicada al servicio de los migrantes en México, dio testimonio de la importancia de la escucha y el diálogo, especialmente en contextos marcados por las diferencias culturales y de opinión. Su compromiso es comprender las verdaderas necesidades de los migrantes con un enfoque humanitario y empático.
Monseñor Franco Giulio Brambilla, Obispo de Novara (Italia), ofreció una perspectiva europea, subrayando la experiencia de globalidad del Sínodo como una oportunidad para respirar la universalidad de la Iglesia. También señaló el reto de abrirse a los "lejanos", instando a redescubrir el corazón de Jesús en la práctica de la fe cristiana.
Desde Australia, la profesora Susan Pascoe, experta y facilitadora, describió el Sínodo como un proceso atractivo que abarcó todos los continentes, destacando la amplitud de la investigación de la Iglesia. La hermana Béatriz Faye de Senegal, experta y facilitadora, compartió su experiencia de participación, destacando la acción del "espíritu" durante el Sínodo.
Mons. Juan Domingo-Beka Esono Ayang, Obispo de Mongono, Presidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, subrayó la importancia de encontrar la comunión en la diversidad, invitando a vivir en la unidad como hermanos.
De Bolivia, Erika Sally Aldunate Loza, testigo del proceso sinodal, habló de la importante contribución de las mujeres en la Iglesia y de la importancia de un diálogo abierto y razonable con los jóvenes. El nicaragüense Néstor Esaú Velasquez Tellez, testigo del proceso sinodal en América Latina, compartió la experiencia de pertenecer a la Iglesia a través de la escucha, reflexionando sobre la visión de San Pablo del cuerpo único que es la Iglesia. Desde Camboya, el Padre Enrique Figaredo Alvargonzalez, prefecto apostólico de Battambang, recalcó la necesidad de una Iglesia en salida, comprometida con los pobres y la justicia social.
La segunda pregunta: La participación de los laicos y las mujeres en la vida de la Iglesia
En la segunda parte, Mónica Santamarina planteó una pregunta crucial a los invitados sinodales sobre la plena participación de los laicos y las mujeres en la vida de la Iglesia.
El obispo Juan Domingo-Beka Esono Ayang destacó la vitalidad de la Iglesia en África, donde gran parte de las actividades están dirigidas por mujeres. Informó sobre la importancia de cambiar las dinámicas y dar más espacio a las mujeres en el liderazgo eclesiástico.
El obispo Franco Giulio Brambilla llamó la atención sobre el hecho que, aunque la Iglesia católica esté llena de mujeres, el liderazgo sigue siendo predominantemente masculino. Subrayó la necesidad de permitir que todos desempeñen su papel en la Iglesia. Erika Sally Aldunate Loza propuso la formación continua de las mujeres, superando la idea de que la participación requiere autorización. Subrayó la importancia de comprender la propia vocación y escuchar la voz de Dios.
Sor María de los Dolores Palencia destacó la necesidad de sensibilizar sobre la contribución de las mujeres, explorando las diversidades culturales y sociales. Invitó a continuar por el camino abierto por el Sínodo, con especial atención a las mujeres migrantes.
El P. Enrique Figaredo Alvargonzalez habló de la necesidad de garantizar a las mujeres la oportunidad de estudiar y tener la opción de llevar una vida más allá de la maternidad. Destacó la importancia de construir una Iglesia solidaria y comprometida con la justicia social. Néstor Esaú Velasquez Tellez habló de la corresponsabilidad de los laicos en la Iglesia y de su capacidad para llegar a lugares inaccesibles para los sacerdotes. Recordó el papel esencial de los laicos como "sal de la tierra".
Mónica Santamarina transmitió su agradecimiento a quienes representaban a los organizadores de este evento, entre ellos Eva Fernández Santiago, Presidenta de Acción Católica España y de la FIAC, que también participó como invitada especial en el Sínodo, junto con el Presidente Nacional de la Acción Católica Italiana, Giuseppe Notarstefano".
Llamamiento por la paz: Jornada de oración, ayuno y penitencia (27 de octubre)
Antes de concluir, Mónica Santamarina llamó a centrar la atención en la Jornada de Oración, Ayuno y Penitencia por la Paz convocada por el Papa Francisco el 27 de octubre. Invitó a todos a dedicar un momento de oración y reflexión por los que sufren la violencia, especialmente a los miembros de Acción Católica y de la UMOFC.
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De estos encuentros se desprende que la sinodalidad es una vía fecunda para afrontar los desafíos contemporáneos, implicando a hombres y mujeres en el camino de la Iglesia.