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Está aquí: Inicio Actividades Regionales Asia-Pacífico Actividades Regionales NUEVAS VÍAS MISIONERAS - Líbano
Viviane Nader Sebrini
CPF-Jounieh Líbano
El Señor me ha indicado que siga nuevos caminos misioneros, que se irán aclarando paso a paso...
Como si fueran signos de los tiempos, el desarrollo de los acontecimientos y su secuencia, nada es casualidad, porque el Señor utiliza nuestras experiencias y nuestras habilidades, por pequeñas que sean. Lo esencial es nuestra actitud ante las pruebas, basta con escuchar su voz en medio del ruido de los desafíos cotidianos, y atreverse a responder a su llamada "hágase en nosotros según tu palabra".
Las cinco etapas fundacionales
La primera etapa:
El Comité de Mujeres para el Apostolado de los Laicos organizó una Formación Básica, al servicio de la institución del Comité de Pastoral Femenina en las diócesis católicas del Líbano.
Entonces nuestro obispo, el Vicario Patriarcal de la región de Jounieh, S.E. Mons. Antoine Nabil Andari, me envió a participar, el viernes 9 de marzo de 2009.
La segunda etapa:
Nuestra asociación con la Oficina de la Pastoral de la Mujer en los Departamentos del Patriarcado Maronita, creada a principios del reinado de Su Beatitud el Patriarca Bechara el Rai (Misa de inicio de BPF, 7 de marzo de 2012).
La tercera etapa:
Nuestro primer encuentro con la UMOFC en Jordania, en respuesta a la invitación que nos extendió Su Excelencia el Nuncio Gabriel Caccia a la conferencia "Las mujeres de la fe en el servicio familiar de la dignidad y el bien común" (24-27 de noviembre de 2013).
La cuarta etapa:
La formación del comité central, un grupo de mujeres de élite comprometidas con el servicio de la Iglesia y el bien común.
La quinta etapa:
La Misa de Envío del sábado 25 de abril de 2015: Al lugar de trabajo de nuestras parroquias, nuestra diócesis, nuestro país y el mundo. Bajo la dirección de nuestro Asistente Eclesiástico, el Rev. P. Bechara Sebrini.
De la mano, mujeres, jóvenes, madres y abuelas, consagradas y laicas, afrontamos nuevos retos en nuestras agendas personales y familiares, y en todos nuestros lugares de compromiso... Armadas con la oración, iluminadas por la mirada de la fe, para que, como madres que velan por el futuro de las distintas generaciones, analicemos y comprendamos las causas de estos desafíos, buscando encontrar normas y principios a los que referirnos para orientar el pensamiento y la acción, para proponer soluciones científicas, procedimentales y prácticas, sin olvidar nuestra fidelidad a las directrices de la doctrina social de nuestra santa Iglesia. Estos son los primeros pasos que han establecido el marco directo, que hemos adoptado en la definición de nuestro Reglamento.
El Señor nos ha bendecido con amigos tan valiosos como eminentes, por lo que no olvidaremos sus méritos para avanzar por caminos claros al servicio de la Iglesia y del bien común.
Hemos centrado nuestra acción en los ejes principales, y tratamos de concienciar sobre las cuestiones que afectan a la estructura de nuestras familias y de la sociedad.
Así, en las mesas de diálogo hemos abordado varios temas, los más importantes:
- Desarrollo y maduración de los conceptos de consolidación de la contribución de las mujeres en la Iglesia y la sociedad.
- Consolidar la igualdad y la asociación entre hombres y mujeres en todo lo que afecta a su vida espiritual, familiar y comunitaria.
- Inmunización de las mujeres mediante conocimientos, valores y moral...
- Promover la revolución del amor y la ternura, fortaleciendo la capacidad y competencia de las mujeres para mantener la armonía y el potencial del perdón como fermento de redención.
- Sensibilización a la cultura del respeto, la solidaridad y la fraternidad.
- Transferencia de fe e iniciación a los valores.
- La maternidad y la protección de la vida.
- Preparación de los niños para las dificultades de la vida
- Comunicación entre los miembros de la familia/violencia doméstica/maltrato infantil ....
- Enmarcar la conversión digital y su impacto positivo y negativo en los niños.
Hemos mantenido espacios para el retiro espiritual, la meditación, la reflexión, la concienciación sobre temas emergentes y sostenibles, a través de la "santificación de uno mismo para santificar el mundo". Cuando llegó el tiempo de las dificultades, de los sueños robados, de los "años de sequía" (Génesis 41,30), tratamos de salvaguardar nuestra firmeza en medio de la crisis y decidimos cuidar de todas las personas que el Señor nos confió y de las que somos responsables.
Es una época de mini obras que, sumadas, pueden contribuir a la resiliencia. Por lo tanto, pongámonos de pie, porque todas estamos convencidas de que estamos bajo la mirada de María, y que ella le dirá al Señor Jesús que "no tienen vino" (Juan 2.3) y volverá a llenar nuestras tinajas, y volveremos a estar de Fiesta...