​+39 0669887260 | info@wucwo.org | Contacto

Facebook X Twitter Instagram Youtube 

Arte y Meditacion - Octubre 2019

OrsolaHans Memling (Seligenstadt, hacia 1436 – Brujas 1494), Santa Úrsula protege a sus compañeras vírgenes, 1489, óleo sobre tabla, 45,5 cm x 18 cm, Brujas, Memlingmuseum.

21 de octubre, Memoria de Santa Úrsula y compañeras.

La historia de Santa Úrsula tuvo una enorme difusión en la Europa cristiana. A esta historia se le han ido añadiendo varios elementos legendarios. Su historia tuvo lugar entre los siglos IV y V d.C. Probablemente fue víctima de la persecución de Diocleciano o quizás de Atila, rey de los hunos, que a su vez no era muy tierno con los cristianos. Tratemos de resaltar algunos datos esenciales de la vida de esta santa.

Úrsula, hermosa hija de un rey de Britania, era secretamente consagrada a Dios. Un rey pagano llamado Etherius le pidió que se casara con él. El matrimonio habría evitado una guerra, por lo que se convirtió en algo político: el padre casi se vio obligado a dar su consentimiento. Sin embargo, la joven puso algunas condiciones: un retraso de tres años, la promesa de que el pretendiente se convertiría al cristianismo y la planificación de una peregrinación a Roma. Transcurridos los tres años, Úrsula y diez muchachas nobles (once, por lo tanto, que más tarde se convertirían en once mil debido a un error de transcripción del número romano XI, que fue sobrescrito con un signo que indicaba los miles) abandonaron su casa, zarparon de sus hogares y por mar y luego por río llegaron a Colonia.

Después de una breve estancia en la ciudad alemana, las once jóvenes continuaron navegando por el Rin hasta Basilea. Desde Suiza llegaron a Roma a pie, rezando. Allí Úrsula fue recibida por el Papa. Delante del Santo Padre apareció también el marido prometido que, mientras tanto, se había convertido al cristianismo. En el mismo año y por la misma ruta, las vírgenes regresaron a Colonia. En esta antigua e importante ciudad, Úrsula y las demás fueron torturadas y ejecutadas con flechas por su manifiesta fe cristiana.

La pequeña tabla que presentamos forma parte de la preciosa decoración que el gran pintor flamenco Hans Memling hizo sobre un relicario de la Santa. En los dos lados largos hay 6 escenas de la vida de la Santa (desde su llegada a Colonia hasta su martirio); en los dos lados cortos hay una Virgen y un Niño con las Hermanas que encargaron la obra, y en el otro lado hay una representación de Santa Úrsula. La santa es retratada como una Virgen de la Misericordia: con su manto cubre y protege a diez jóvenes (sus compañeras de viaje y martirio), nos mira a los ojos y es muy elegante en su vestido y con la joya que adorna su cabeza. Tiene la flecha en la mano derecha para recordar a todos su martirio, el testimonio de su fe hasta la muerte.

La historia de Santa Úrsula, así como la delicada representación de sus acontecimientos pintada por Hans Memling, nos recuerda que a lo largo de los siglos muchos cristianos han sido capaces de ser fieles a Jesús hasta la muerte, hasta el punto de merecer la palma del martirio y convertirse en ejemplos para las generaciones futuras. En el cuadro que presentamos, Úrsula no tiene aureola, pero el hecho de que se encuentre en medio de una hermosa capilla gótica nos dice que ya ha alcanzado la dignidad de santos.