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Mensaje mensual diciembre 2019

adorazione pastori honthorst

Promotoras de la revolución de la ternura del Niño Jesús.

Hace pocos días tuve la gracia de poder hacer un retiro espiritual. Ustedes, queridas mujeres de la UMOFC, estuvieron siempre presentes en mis oraciones, recé por sus intenciones y di gracias por sus dones y riquezas. Pude hacerlo en una casa de retiro en las afueras de Roma, a cargo de una comunidad internacional de religiosas. Estas hermanas, provenientes de diferentes continentes, con sus distintas lenguas, me recordaban la diversidad de rostros y culturas que caracterizan nuestros encuentros: asambleas, consejos, conferencias regionales, encuentros de formación en streaming.

Quisiera contarles que ofrecí a nuestro Padre Dios la vida de sus organizaciones en la patena del altar cada día y renové el deseo de desempeñarme en el servicio a la UMOFC, de la mano de María, nuestra Madre. En su divina Providencia, estamos juntas tejiendo una trama que ha de contribuir a intensificar el rostro materno de la Iglesia para el mundo actual. Nuestro camino hacia la santidad hoy pasa por hacer presente la ternura de Dios como una luz en medio de las tinieblas, que da calor, que sana, que congrega, que da vida.

“Quiero destacar – nos dice el Papa - que el «genio femenino» también se manifiesta en estilos femeninos de santidad, indispensables para reflejar la santidad de Dios en este mundo. Precisamente, aun en épocas en que las mujeres fueron más relegadas, el Espíritu Santo suscitó santas cuya fascinación provocó nuevos dinamismos espirituales e importantes reformas en la Iglesia (...) Me interesa recordar a tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una a su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de su testimonio”. (GE, 12)

En este mes de diciembre, en que celebraremos una nueva Navidad, permítanme convocar a sus organizaciones y miembros, a ser promotoras de la revolución de la ternura que el Niño Jesús nos viene a traer. Estoy convencida que los 8 millones de mujeres que conformamos las organizaciones de la UMOFC estamos llamadas por el Espíritu Santo a manifestar esa ternura que revoluciona con el Evangelio, que transforma nuestras familias y comunidades con la potencia de nuestro testimonio y que coopera en la conversión de nuestros países y regiones.

Un grupo de mujeres de la región latinoamericana y caribeña, con quienes recientemente realizamos el primer seminario on line de comunicación institucional, decidió trabajar juntas para impulsar una Campaña de Adviento a través de las redes sociales, titulada: Los rostros de la ternura de Dios. Las invito a colaborar en esta campaña, enviando al secretariado, durante la primera semana de este mes, fotos de acciones de sus organizaciones que manifiesten el rostro de la ternura de Dios. A partir de la semana siguiente podrán encontrar en nuestras redes una selección de las fotos enviadas para la Campaña de Adviento que ustedes mismas podrán compartir en sus propias redes sociales, páginas web, revistas, folletos, posters, tarjetas navideñas, etc.

Esta difusión, mediante la Campaña de Adviento, de las acciones de nuestras organizaciones que manifiestan la ternura de Dios con nosotros, del Emanuel, no sólo expandirá el perfume de Belén en nuestro entorno -que con frecuencia ha olvidado el sentido auténtico de la Navidad - sino que potenciará el empeño de cada una de nuestras organizaciones, en los distintos puntos del planeta, para llevar adelante la revolución de la ternura. Estamos proyectando una especie de tejido con hilos de diversos colores que se entrecruzan e integran para configurar un único rostro: el de la ternura del Niño Dios.

Mi deseo para esta Navidad 2019 es que cada una de nosotras se encamine hacia el pesebre y se encuentre con los brazos abiertos del Niño que nos espera para renovar su alianza personal. Él dará pleno sentido a la profecía de Jeremías: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré» (Jr 1,5). A sus pies, levantemos la mirada, fijemos nuestros ojos en los suyos y nos regalará su ternura, esa que siempre nos llena de alegría y que hemos de contagiar con nuestras acciones. Como María, abracemos a ese Niñito que desea transformar las entrañas de nuestro corazón para impulsarnos a la revolución de la ternura. ¡Feliz y santa Navidad!

 

Mensaje de la Presidente General

María Lía Zervino, Servidora