Hacia una Iglesia y una UMOFC sinodales

Queridas amigas,

Estamos intentando salir de esta pandemia que marcará la historia de la humanidad. El Papa Francisco nos repite que “de una crisis nunca salimos iguales: o salimos peores o salimos mejores”. Y nosotras, mujeres de la UMOFC, vivimos arraigadas a la fe en Cristo Resucitado que nos impulsa a vivir este tiempo pascual 2021 con la esperanza puesta en la próxima venida del Espíritu Santo para que “haga nuevas todas las cosas” (Ap 21,5).

Tenemos el enorme don de vivir en la Iglesia. Si tuviéramos que dibujar una imagen de “la Iglesia” ¿qué haríamos? Permítanme un recuerdo de mi juventud. Era catequista y animadora de comunidad en un pueblo pequeño en el interior de mi país, Argentina. En una reunión con un montón de niños a mi alrededor recuerdo haberles dado una hoja y lápices de colores para que dibujaran “la Iglesia”. Todos dibujaron y pintaron un templo, concretamente el templo de nuestro pueblo. No tenían en su interior otra imagen de “la Iglesia”. Así que, recorrimos juntos un largo camino hasta comprender que la Iglesia es la comunidad de todos los bautizados. Ese camino sigue dando sus frutos pues nos mantiene unidos mediante la amistad social y los vasos comunicantes de la gracia.

En la actualidad, el magisterio pontificio nos invita a renovar nuestra imagen de la Iglesia y por ende nuestro modo de vivir como Iglesia: una Iglesia sinodal. Se dice fácilmente que “sínodo” viene del griego y que significa “caminar juntos”, pero no es tan fácil encarnar vitalmente esta experiencia eclesial. Sólo el Espíritu Santo puede “impregnarnos con el rocío” que nos cale profundamente hasta producir en nosotras una auténtica conversión. Es necesario pedir su acción y dejarlo actuar, en nuestro caso, dentro de cada una, de nuestras organizaciones y de la UMOFC.

Si volvemos a leer la Evangelii gaudium, encontraremos que el Papa refiriéndose a la rica experiencia sinodal de nuestros hermanos ortodoxos, nos dice al respecto: “A través de un intercambio de dones, el Espíritu puede llevarnos cada vez más a la verdad y al bien” (EG 246). Precisamente de eso se trata, de entablar un diálogo activo, sincero y constructivo entre las organizaciones y mujeres de la UMOFC para “ver, juzgar, actuar y celebrar” juntas en la prolongación del 110° Aniversario de la fundación de nuestra Unión.

La Comisión para el año aniversario de la UMOFC nos invita a compartir nuestras buenas prácticas y con ellas, podremos ir ampliando los círculos del diálogo y relación con otras organizaciones y personas que buscarán nutrirse y nutrirnos para asumir la corresponsabilidad en el salir de la crisis, por la acción del Espíritu Santo, mejor de como nos encontrábamos antes de que apareciera sobre nuestro planeta el Coronavirus. En medio de la tormenta, estamos “todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos” (Oración del Papa Francisco, 27 de marzo 2020).

Frente al gran desafío del sínodo del año próximo: Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión, las invito a pensar, rezar y vivir unidas con estilo sinodal, este año celebrativo, mediante tres tipos de acciones. Para la comunión: intensificar la comunicación para la comunión. La UMOFC desea escuchar a sus organizaciones en sus proyectos, necesidades y puntos de vista. Los canales están abiertos por correo electrónico, teléfono, sitio web, artículos en la revista y el newsletter y particularmente a través de la Tejedoras de Comunión que cada organización debe haber ya nombrado o podrá hacerlo a la brevedad.

Para la participación: justamente escuchando el pedido de algunas miembros hemos organizado un encuentro online por mes, para conversar sobre un tema de interés común (en febrero: la plataforma Laudato si, en marzo: el Día Internacional de la Mujer, en abril: la prevención del abuso infantil a propósito del Año Familia Amoris laetitia). En estos encuentros hemos procurado la participación de algunas organizaciones para que, poco a poco, todas se vayan presentando y conociendo mejor recíprocamente. En mayo: el 14 (a las 14.30 CET) tendremos una Misa, con la despedida de nuestro querido Asistente Eclesiástico, P. Gerard Whelan, y esperamos la participación de todas.

Para la misión: estamos abriendo nuevos caminos a través del diálogo interreligioso, la posibilidad de recoger las experiencias de las mujeres en distintas partes del mundo y darlas a conocer en “La Voz de las Mujeres”, estableciendo vínculos con nuevas organizaciones que están interesadas en ser miembros de la UMOFC, pero principalmente deseamos que sea el mismo Espíritu Santo que nos impulse a cada una y a nuestras organizaciones a acompañar con ternura a las personas más necesitadas y alejadas en esta emergencia, a mostrar el rostro femenino de la Iglesia a cuántos están heridos y fuera del camino, como el buen samaritano (Cf. FT capítulo segundo).

Les deseo el fuego renovador del Espíritu para este nuevo Pentecostés, con afecto

María Lía Zervino, Servidora

Presidente General de la UMOFC