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Llamadas y llamando a la santidad.
Queridas amigas:
“El santo - o la santa - es una obra maestra de Dios” solía decir mi padre y maestro de vida espiritual, el Siervo de Dios Luis María Etcheverry Boneo, fundador de las Servidoras. Es por el Espíritu de Dios que obra en nosotras y con nosotras que podemos responder al llamado a la santidad y, a su vez, convocar a otros a caminar juntos hacia esa meta (4ª resolución de la Asamblea General de Dakar, 2018).
“En el origen de nuestro ser cristianos no están las doctrinas y las obras, sino el asombro de descubrirnos amados, antes de cualquier respuesta que nosotros podamos dar. Mientras el mundo quiere frecuentemente convencernos de que sólo valemos si producimos resultados, el Evangelio nos recuerda la verdad de la vida: somos amados. Y este es nuestro valor, somos amados…Esta es nuestra identidad: somos amados por Dios. Esta es nuestra fuerza: somos amados por Dios.” Papa Francisco, 15 mayo 2022.
Si todo cristiano es tal por ser amado por Dios, las mujeres de la UMOFC somos valiosas justamente por el amor que Jesús nos tiene. Hace unos días regresé de Nairobi, Kenia, dónde tuvimos, durante una semana, un encuentro maravilloso con unas 40 mujeres de organizaciones de la UMOFC, de 16 países africanos. Durante ese taller, que culminó con una espléndida celebración del Día de la UMOFC en la catedral de la diócesis de Ngong, el Espíritu Santo se hizo presente y nos condujo hacia la meta: la formación de corresponsables sociales para el Observatorio Mundial de las Mujeres en África. ¡Bendito sea Dios, pues a pesar de nuestras deficiencias y debilidades, se hace presente con su gracia y con sus dones!
“El amor que recibimos del Señor - continúa enseñándonos el Papa- es la fuerza que transforma nuestra vida, nos ensancha el corazón y nos predispone para amar… «así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros». Este así no es solamente una invitación a imitar el amor de Jesús, significa que sólo podemos amar porque Él nos ha amado, porque da a nuestros corazones su mismo Espíritu, el Espíritu de santidad, amor que nos sana y nos transforma…Amar significa esto: servir y dar la vida. Servir significa no anteponer los propios intereses, desintoxicarse de los venenos de la avidez y la competición, combatir el cáncer de la indiferencia y la carcoma de la autorreferencialidad, compartir los carismas y los dones que Dios nos ha dado. Preguntémonos, concretamente, “¿qué hago por los demás?”.
Para aplicar las palabras del Santo Padre a nosotras, queridas amigas, me pregunto e invito a cada una a preguntarse: “¿Qué hago yo por las mujeres miembros de otras organizaciones de la UMOFC?”, “¿Puedo afirmar que salgo a curar las heridas de Cristo en ellas, en las más vulnerables, en las están padeciendo situaciones de violencia, de persecución, de soledad, de hambre…?” “¿Qué hago para escucharlas, para comprenderlas, para darles voz ante la globalización de la indiferencia?”
Tenemos una puerta abierta para escuchar a las mujeres de Oriente Medio y Mediterráneo el próximo mes de octubre, del 7 al 10, en Rafina, Atenas. Es una extraordinaria ocasión para encontrarnos cara a cara, para poder mirarnos nuevamente a los ojos y compartir nuestras esperanzas y necesidades, teniendo ya en el horizonte la Asamblea General de Asís 2023. Cada organización, que se haga presente allí con una delegación, podrá compartir sus buenas prácticas con las demás y potenciar sus acciones en base a lo que aprenda de las demás. Celebraremos juntas el amor con que Dios nos ama y nos envía a llamar otros a la santidad.
Este compartir solidario nos permitirá ser “un reflejo luminoso del Señor en la historia” para avanzar juntas en el camino de la santidad que “no está cerrado, es universal, es una llamada para todos nosotros, comienza con el Bautismo, no está cerrado. Intentémoslo también nosotros, porque todos estamos llamados a la santidad” - nos recuerda Francisco.
Les deseo que podamos educarnos y educar para el camino a la santidad, por el amor de Dios que habita en nuestro interior y que nos da “identidad” cristiana. Agradezcamos que, porque somos amadas por Él, podemos también amar como Él. Así, vale la pena vivir. Recemos juntas la homilía del Papa del 15 de mayo próximo pasado. Me despido encomendando a cada una, sus familias y pueblos, en particular los que sufren por la guerra, a María, Reina de la Paz. Con afecto,
María Lía Zervino, Servidora
Presidente General de la UMOFC