+39 0669887260 | info@wucwo.org | Contacto
La pasión por la evangelización.
Queridas amigas:
La pasión por evangelizar, es decir, el celo apostólico, es una dimensión vital para la Iglesia, nos dice el Papa en una de sus últimas catequesis de los miércoles. Me parece importante, con la gracia del Espíritu Santo y siguiendo el magisterio pontificio, profundizar en este aspecto de la finalidad de la UMOFC, que consiste en promover la corresponsabilidad de las mujeres en la evangelización.
La Iglesia nació como “Iglesia en salida”. Jesús nos mandó como apóstoles, como misioneros a irradiar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra. Se trata de dar un testimonio creíble de la alegría del Evangelio (Evangelii gaudium 1), del amor de Jesucristo. No significa hacer proselitismo para convencer a otros y juntar más adeptos, sino de contagiar la fe en un Dios que es Padre, que con la entrega de su Hijo nos ha salvado y con su ternura providente nos acompaña diariamente en nuestra vida.
El Papa Benedicto, cuya Pascua hemos vivido hace poco y cuyo luminoso magisterio brilla como un faro en nuestro camino, nos enseñó que «la Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho más por atracción» (Homilía en la Misa inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, 13 de mayo de 2007).
“Pero cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte de la evangelización, el horizonte del anuncio, se enferma: se cierra en sí misma, se vuelve autorreferencial, se atrofia. Sin celo apostólico, la fe se marchita. Sin embargo, la misión es el oxígeno de la vida cristiana: la tonifica y la purifica”. Necesitamos “reavivar el fuego que el Espíritu Santo quiere hacer arder siempre en nosotros” (Catequesis Papa Francisco 11 de enero 2023).
Y la evangelización empieza por mirar a nuestro alrededor y focalizarnos en quién necesita el anuncio. Jesús, miró a Mateo - el publicano y traidor de su pueblo – y lo llamó, miró a Zaqueo – muy hábil para quedarse con lo ajeno- y se hospedó en su casa, miró a la mujer pecadora y le dijo: “Mujer, ¿nadie te ha condenado? yo tampoco te condeno, vete y no peques más” (Jn 8, 10-11). Lo hizo siempre con una mirada de predilección, llegando al corazón de quienes estaban alejados.
¡Qué hermoso es tener ante cada destinatario de nuestra evangelización esa mirada de amor entrañable de Jesús! Para ello, Francisco nos propone preguntarnos: “¿cómo es nuestra mirada hacia los otros? ¡Cuántas veces vemos los defectos y no las necesidades; cuántas veces etiquetamos a las personas por lo que hacen o lo que piensan! También como cristianos nos decimos: ¿es de los nuestros o no es de los nuestros? Esta no es la mirada de Jesús”.
A pocos meses del encuentro con el Papa en Roma (13 de mayo, inscripción abierta aquí) y de nuestra Asamblea General en Asís (14-20 mayo, inscripción cerrada), las convoco a abrir aún más las puertas de nuestras organizaciones a la evangelización, que ha de ser nuestra gran pasión, personal y comunitaria.
Y, al mismo tiempo, abramos las puertas de la UMOFC. No nos quedemos encerradas en las organizaciones que somos, como un perro que da vueltas y se muerde su cola. ¡Tenemos tanto para ofrecer a otras organizaciones! Seamos misioneras que ofrecen los dones que poseen a otras organizaciones. Miremos a nuestro alrededor con la mirada de Jesús. Apasionémonos, como Pilar Bellosillo, por Jesús, por la Iglesia, por la UMOFC y tendremos un gran poder de atracción.
Queridas amigas, ¿quién de ustedes no conoce o no se ha conectado alguna vez con alguna organización que, en su ciudad, en su país o en otro lugar pueda quizá estar interesada en conocer a la UMOFC, en asociarse a ella o simplemente en colaborar con ella en alguno de sus proyectos y actividades? Este es el momento de concretar una invitación. Estamos llamadas a ser solidarias y a expandir esta organización que es la única Asociación Pública Internacional de Fieles reconocida como tal por la Santa Sede, que se dedica a las mujeres. Tengamos también pasión por compartirla.
Las dejo en manos de María, Madre de la Evangelización y las saludo con afecto,
María Lía Zervino, Servidora
Presidente General de la UMOFC