Seamos “junto con los jóvenes, audaces en abrazar el sueño de Dios y encontrar caminos para una participación alegre, generosa y transformadora para la Iglesia y la humanidad”.

(Homilía del Santo Padre. Monasterio de los Jerónimos. Lisboa, 2 de agosto de 2023)

Queridas amigas:

Hoy que termina la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud, quiero hablar con ustedes acerca de la importancia y urgencia de trabajar con y por los jóvenes. Ellos nos aportan toda su energía y creatividad; nos ayudan a estar más en contacto con el mundo y nos contagian de su alegría y entusiasmo. (Basta ver alguno de los cientos de videos que se tomaron con motivo de esta Jornada). Nosotros, mujeres de la UMOFC, podemos encontrarnos con ellos y ayudarlos a descubrir al Señor en un mundo tan polarizado, violento, injusto y carente de fe.

Me quedé muy conmovida en la Asamblea de Asís, cuando una de las jóvenes que participaron nos dijo, con lágrimas en los ojos, que había perdido la esperanza y que en la Asamblea la había recuperado. ¡Cuántas jóvenes como ella nos esperan necesitadas de recibir el mensaje de alegría del Evangelio y acercarse confiadas a Jesús y a María!

Recordemos que una de las resoluciones de nuestra reciente Asamblea fue la de emprender, con renovada convicción, el gozoso camino del amor familiar, de la maternidad y de la paternidad, impulsando programas que:

• apoyen a los jóvenes para ayudarlos a descubrir la vocación y la alegría del matrimonio y de la maternidad y la paternidad como compromiso de toda la vida y

• acompañen a los matrimonios en las diferentes etapas de preparación al matrimonio y a la vida conyugal y animen a las familias a convertirse en ejemplos de fraternidad y lugares de esperanza para las personas necesitadas.

Sin duda, el mejor camino para cumplir con esta resolución es acercarnos y abrir los brazos de nuestras organizaciones a los jóvenes, especialmente a las mujeres. Pero sabemos que en ocasiones esto no es fácil. Acogerlas implica estar abiertas al cambio; estar dispuestas a hacer a un lado todas esas barreras que en ocasiones ponemos las mujeres mayores para quienes nos puede ser difícil dejar viejos hábitos. Conlleva también estar dispuestas a entender a las nuevas generaciones y a dejar atrás la monotonía para desarrollar, con creatividad, programas que les sean atrayentes y esquemas de formación lo suficientemente flexibles para adaptarse a las nuevas generaciones de mujeres que trabajan también fuera del hogar; supone utilizar todas las nuevas tecnologías de la información y redes sociales…

Como nos dice el Papa Francisco “el futuro son los jóvenes… Pero hay muchos factores que los desaniman, como la falta de trabajo, los ritmos frenéticos en los que están inmersos, el aumento del costo de la vida, la dificultad para encontrar vivienda y, lo que es aún más preocupante, el miedo a formar una familia y traer hijos al mundo… La buena política está llamada a redescubrirse como generadora de vida y de cuidado, a invertir con clarividencia en el futuro, en las familias y en los hijos, a promover alianzas intergeneracionales, en las que no se borre el pasado de un plumazo, sino que se fomenten los vínculos entre jóvenes y mayores.” (Encuentro de Su Santidad con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Centro Cultural de Belém. Lisboa, 2 de agosto de 2023)

Necesitamos reforzar el diálogo intergeneracional y la UMOFC debe redoblar esfuerzos para ello.Ya nos hablaba también de esto el Santo Padre en la reciente III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. Ambas jornadas tienen como tema la “prisa” de María para ir a visitar a Isabel y nos llevan a reflexionar sobre la relación entre estos y las nuevas generaciones.

En vísperas de la celebración de la Asunción de María, las invito a levantarse y partir sin demora al encuentro de los jóvenes, especialmente de todas esas mujeres vulnerables y desorientadas que nos esperan en este mundo que pareciera, en ocasiones, desmoronarse. Acerquémonos e invitémoslas a nuestras organizaciones. Recemos y trabajemos para y con nuestros jóvenes, en un estilo sinodal, a fin de construir junto con ellos ese mundo mejor y más fraterno al que todos aspiramos.

Mónica Santamarina 

Presidenta General de la UMOFC