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Mensaje mensual junio-julio 2024

DSC 0490Las responsables de la UMOFC vivieron en Roma una reunión de Consejo auténticamente sinodal 

Queridas amigas: 

Con gran alegría les dirijo este mensaje después de haber pasado cinco intensas y fructíferas semanas de trabajo en Roma. A finales de mayo, celebramos con éxito la reunión presencial del Consejo de la UMOFC 2024, con la mayoría de los miembros de nuestro Consejo. También contamos con la presencia de nuestras Representantes Internacionales y de los nuevos miembros del Consejo nombrados por Caritas Internationalis y la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).

Las primeras sesiones de nuestro encuentro estuvieron dedicadas a la formación. Con la ayuda de "Discerning Leadership", el P. David McCallum, SJ nos guio a través de una sesión de introducción a la Conversación en el Espíritu como método para el Discernimiento Comunitario, misma que resultó muy rica e inspiradora. Sería imposible describir aquí todas las cosas nuevas que aprendimos. Me impactaron algunas sugerencias y cuestionamientos:

  • Debemos "bajar el ritmo" si queremos ser conscientes de la presencia de Dios y "vernos" a nosotros mismos y a las personas y cosas que nos rodean. Tenemos que caminar, no correr...
  • ¿Cuándo fue la última vez que mantuvimos una gran conversación; una conversación que no fuera sólo dos monólogos que se cruzan, que es lo que hoy en día se suele considerar como conversación?
  • El Espíritu de Dios ya está actuando en el mundo y en nuestra historia. Discernimos porque queremos colaborar en lo que Dios está haciendo en nuestro mundo.
  • Para tener una verdadera Conversación en el Espíritu necesitamos: a) Mantenernos humildes y estar presentes para todos los demás miembros; b) estar en la presencia de Dios y escuchar lo que Él pueda estar diciendo; c) estar atentas a los movimientos del Espíritu Santo en nosotras mismas y en el grupo; d) permanecer, con nuestro corazón y con nuestra cabeza, brindando tanta atención al proceso como al resultado y e) estar listas para dejar ir cualquier resultado que anticipamos o esperábamos.
  • Necesitamos cultivar dos habilidades básicas: La escucha activa (comprender a los demás tal y como son; una profunda acogida de la otra persona) y el habla intencional (expresar con autenticidad la propia experiencia, sentimientos y pensamientos -hablar en "yo", en contraposición a compartir ideas-).

El reto, el punto clave, es ser siempre lo suficientemente humildes como para escuchar con apertura y atención, y hablar con “intencionalidad” y delicadeza. Como dijo el Santo Padre durante el encuentro anual de moderadores de asociaciones laicales, movimientos eclesiales y nuevas comunidades organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida:"A la luz de esta conversión espiritual, deseo subrayar algunas actitudes, algunas "virtudes sinodales", que podemos deducir de los tres anuncios de la Pasión en el Evangelio de Marcos (cf. Mc 8,31; 9,31; 10,32-34): pensar como Dios piensa, superar el exclusivismo y cultivar la humildad."(N. del T.)

Después de la sesión introductoria arriba mencionada, nos dividimos en pequeños grupos donde oramos, reflexionamos, nos escuchamos y discernimos juntas sobre las características del liderazgo femenino hoy en una Iglesia sinodal en salida y sobre cómo, según nuestros propios talentos y responsabilidades dentro de la UMOFC, podríamos contribuir mejor a la misión y resoluciones de nuestra organización para este período. Aunque la mayoría de nosotras habíamos participado en las Conversaciones en el Espíritu a nivel mundial organizadas por nuestra Escuela de Sinodalidad, el encuentro fraterno dio lugar a una gran experiencia de discernimiento que  hizo que nos sintiéramos cómodas y libres para expresarnos a lo largo de los 6 días restantes de nuestra reunión, durante los cuales surgieron grandes ideas inspiradas por el Espíritu Santo, junto con una amistad y compañerismo que estoy segura crecerá y se consolidará a lo largo del período.   

Los días siguientes estuvimos muy activas, escuchando y comentando informes, aprendiendo juntas sobre la UMOFC y trabajando en nuestros correspondientes comités, grupos de trabajo y regiones, para elaborar las propuestas que se sometieron a votación del Consejo e incluyeron en el Plan de Acción 2024-2027 de la UMOFC. Los miembros del Consejo participaron en su correspondiente reunión regional, donde se decidieron las fechas y temas de las Conferencias Regionales del próximo año y se acordaron las prioridades regionales.

Durante la semana en Roma, el Consejo tuvo también la oportunidad de visitar el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida, donde nos reunimos con el Prefecto, Cardenal Kevin J. Farrell, la Subsecretaria de los Fieles Laicos, Linda Ghisoni y la Subsecretaria de Familia y Vida, Gabriella Gambino. Fue un encuentro cálido y fructífero. También participamos en la conferencia "Observatorio Mundial de las Mujeres (WWO) de la UMOFC. Resultados de la escucha y del trabajo en red" donde presentamos a algunos miembros del dicasterio, Embajadas ante la Santa Sede, socios, organizaciones miembros en Italia y periodistas los últimos resultados de los proyectos del WWO en África, América Latina y de nuestra Escuela de Sinodalidad. Gracias a Dios tuvimos una sala abarrotada y el acto pudo ser retransmitido por zoom en 4 idiomas.

Por supuesto, no todo fue trabajo; tuvimos preciosas Celebraciones Eucarísticas y otras ocasiones de oración; una peregrinación a la Basílica de San Juan de Letrán y al Santuario Pontificio de la Escalera Santa; muchas ocasiones para comer juntas, compartir experiencias y buenas prácticas e incluso una hermosa fiesta en la que muchas cantaron y bailaron alegremente.  

Finalmente, fuimos capaces de realizar una Reunión de Consejo sinodal, armoniosa e integrada. Quiero dar las gracias a Dios, a los miembros de nuestro Consejo, a nuestras Representantes Internacionales y, por supuesto, a nuestro personal de la UMOFC por el gran trabajo realizado. No obstante, aún nos queda un largo camino por recorrer. Les pido nos ayuden con sus oraciones y su colaboración activa, en la medida de sus posibilidades. Estoy segura de que, trabajando duro, con la guía del Espíritu Santo y caminando de la mano de María, Reina de la Paz, nuestra Patrona, las mujeres de la UMOFC caminaremos juntas hacia las metas que nos hemos propuesto. ¡Que Dios las bendiga!

 

Mónica Santamarina

Presidenta General