+39 0669887260 | info@wucwo.org | Contacto
Este mes adoramos de una manera especial el Corazón de Jesús. Queremos poner bajo Su Sagrado Corazón también nuestro compromiso: "Un minuto por la paz". En todo el mundo necesitamos paz. Cada día recibimos noticias sobre ataques terroristas; algunos se vuelven virales, otros son menos conocidos porque suceden en países que no están bajo los focos.
Para hacer frente a un problema tan grande, a menudo pensamos en aumentar el sistema de defensa basado también en armas nucleares, pero como el Papa Francisco nos dice: “Si se tienen en cuenta las principales amenazas a la paz y a la seguridad con sus múltiples dimensiones en este mundo multipolar del siglo xxi, tales como, por ejemplo, el terrorismo, los conflictos asimétricos, la seguridad informática, los problemas ambientales, la pobreza, surgen no pocas dudas acerca de la inadecuación de la disuasión nuclear para responder eficazmente a estos retos. Estas preocupaciones son aún más consistentes si tenemos en cuenta las catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales derivadas de cualquier uso de las armas nucleares con devastadores efectos indiscriminados e incontrolables en el tiempo y el espacio. Un motivo similar de preocupación surge frente al derroche de recursos para la energía nuclear con fines militares que, en cambio, podrían ser utilizados para prioridades más significativas, tales como la promoción de la paz y el desarrollo humano integral, así como la lucha contra la pobreza y la aplicación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible” (Mensaje a la Conferencia de la ONU, marzo 2017).
El objetivo de nuestras resoluciones es luchar contra la pobreza y contribuir al objetivo de la Agenda 2030 en un espíritu de diálogo y respeto mutuo.
“También debemos preguntarnos cuánto sea sostenible un equilibrio basado en el miedo, cuando en realidad tiende a aumentarlo y a socavar las relaciones de confianza entre los pueblos. La paz y la estabilidad internacional no pueden basarse en una falsa sensación de seguridad, en la amenaza de la destrucción recíproca o de aniquilación total, en el simple mantenimiento de un equilibrio de poder. La paz debe construirse sobre la justicia, sobre el desarrollo humano integral, sobre el respeto de los derechos humanos fundamentales, sobre la custodia de la creación, sobre la participación de todos en la vida pública, sobre la confianza entre los pueblos, sobre la promoción de instituciones pacíficas, sobre el acceso a la educación y a la salud, sobre el diálogo y la solidaridad” (ibidem).
Pidamos al Sagrado Corazón de Jesús que apoye nuestro esfuerzo en esta tarea.
Otra lectura
Oración Consagratoria
Corazón sagrado de mi amado Jesús: yo, aunque vilísima criatura, os doy y consagro mi persona, vida y acciones, penas y padecimientos, deseando que ninguna parte de mi ser me sirva si no es para amaros, honraros y glorificaros. Esta es mi voluntad irrevocable: ser todo vuestro y hacerlo todo por vuestro amor, renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda desagradaros.
Os tomo, pues, oh Corazón divino, por el único objeto de mi amor, protector de mi vida, prenda de mi salvación, remedio de mi inconstancia, reparador de todas las culpas de mi vida; y asilo seguro en la hora de mi muerte. Sed, pues, oh Corazón bondadoso, mi justificación para con Dios Padre, y alejad de mi los rayos de su justa cólera. Oh Corazón amoroso, pongo toda mi confianza en vos, pues aunque lo temo todo de mi flaqueza, sin embargo, todo lo espero de vuestra misericordia; consumid en mi todo lo que os desagrada y resiste, y haced que vuestro puro amor se imprima tan íntimamente en mi corazón, que jamás llegue a olvidaros ni a estar separado de vos. Os suplico, por vuestra misma bondad, escribáis mi nombre en vos mismo, pues quiero tener cifrada toda mi dicha en vivir y morir como vuestro esclavo. Amén.