+39 0669887260 | info@wucwo.org | Contacto
Este mes comienza con la celebración del Día de Todos los Santos. Es nuestra fiesta, porque todos estamos llamados a santificarnos. Lumen Gentium, la Constitución dogmática del Concilio Vaticano II, dedica el 5º capítulo a la explicación de la vocación universal a la santidad en la Iglesia.
“Es completamente claro que todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad , y esta santidad suscita un nivel de vida más humano incluso en la sociedad terrena. En el logro de esta perfección empeñen los fieles las fuerzas recibidas según la medida de la donación de Cristo, a fin de que, siguiendo sus huellas y hechos conformes a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, se entreguen con toda su alma a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Así, la santidad del Pueblo de Dios producirá abundantes frutos, como brillantemente lo demuestra la historia de la Iglesia con la vida de tantos santos.” (LG40)
¿Y quiénes son los santos? Son los que viven según las Bienaventuranzas. El Papa Francisco, de hecho, nos recuerda que no son superhombres o supermujeres, sino que son simples y humildes, dejan espacio a Dios en sus vidas, son capaces de señalar los errores de los demás pero también los suyos, permanecen mansos, luchan por la justicia, son misericordiosos con todos, conservan la pureza de su corazón, trabajan por la paz y permanecen alegres, no odian y, aun cuando sufren, reaccionan al mal con bondad. Esto significa vivir las Bienaventuranzas, y los santos son los que han vivido siguiendo este camino. Todas somos conscientes de que son más que los que celebramos en el calendario y es posible que los hayamos encontrado y conocido. Estoy segura de que las miembros de la UMOFC están entre ellos. Todas las mujeres de la UMOFC están luchando por el paraíso. ¿Y qué es el paraíso?
“El paraíso no es un lugar como en las fábulas, ni mucho menos un jardín encantado. El paraíso es el abrazo con Dios, Amor infinito, y entramos gracias a Jesús, que murió en la cruz por nosotros. Donde esta Jesús, hay misericordia y felicidad; sin Él existe el frío y las tinieblas. A la hora de la muerte, el cristiano repite a Jesús: «Acuérdate de mí». Y aunque no existiese nadie que se acuerde de nosotros, Jesús está ahí, junto a nosotros. Quiere llevarnos al lugar más hermoso que existe. Quiere llevarnos allá con lo poco o mucho de bien que existe en nuestra vida, para que no se pierda nada de lo que ya Él había redimido. Y a la casa del Padre llevará también todo lo que en nosotros tiene todavía necesidad de redención: las faltas y las equivocaciones de una entera vida. Es esta la meta de nuestra existencia: que todo se cumpla, y sea transformado en amor”. (Papa Francisco, Audiencia General, 25 de octubre 2017)
Oración
Dios todopoderoso sempiterno,
veneramos en una celebración los méritos de todos los santos,
concédenos que por las oraciones de tantos intercesores,
podamos reconciliarnos contigo.
Otras lecturas:
Papa Francisco, Audiencia General, miércoles 25 de octubre 2017
http://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2017/documents/papa-francesco_20171025_udienza-generale.html
Lumen Gentium, Capítulo V
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-gentium_sp.htmlii_const_19641121_lumen-gentium_sp.html