Dios nos da la gracia de celebrar nuestra AG después de la de Fátima 2014- 2018, signo de nuestro compromiso como mujeres y madres, a través de nuestras diversas actividades y acciones que se reflejan en los caminos trazados por el Papa Francisco. De hecho, las encíclicas del Papa Francisco son una guía para nuestras vidas.

Mujeres portadoras de "agua viva" a un mundo sediento de paz. ¿Cómo integrar este tema en nuestra vida, familia y sociedad? La Santísima Virgen María nos aporta armonía y tranquilidad allí donde está.

Aprecio plenamente la tradición de la UMOFC, que se manifiesta en la acción de promoción visiblemente demostrada por las 3 candidatas a la presidencia mundial de la UMOFC con la presentación de un programa para el futuro.

La presidente entregó un mensaje central a la Asamblea: santidad concreta, viviéndola en las bienaventuranzas, otra tarjeta de identidad cristiana, reconociendo nuestros límites ante Dios. Debemos discernir, estar abiertas y prestar atención a los dones del Espíritu Santo. La santidad, una experiencia con Cristo; dar amor y ser virgen, una humildad sin límites. La felicito por habernos construido en el compromiso personal para que nos comprometamos como testigos y para hacerlo juntas, ya que la unidad hace la fuerza. Además, nos presentó un programa sólido y edificante “Sin mí no podéis hacer nada” Jn 15,5.

Mi segundo testimonio es la familiarización con la constitución de 11 grupos (6  de  habla  inglesa  y  5 de habla francesa), un lugar para compartir e intercambiar experiencias. Frente   a   la   diversidad de nuestros respectivos países, hemos aprendido unas de otras discutiendo constructivamente con nuestras diferentes opiniones y realidades. Hemos encontrado una enorme riqueza en nuestras diferencias y en la promoción de la dignidad de la mujer.

Tercer testimonio, la presencia de las jóvenes en la Asamblea General.

Doy gracias a la UMOFC por las becas otorgadas a las jóvenes.  Doy gracias a la UMOFC por mostrarnos que la organización necesita nuevas generaciones, un espacio abierto a las jóvenes, una fuente de fuerza e ideas innovadoras en este año dedicado a los jóvenes.

Jóvenes que han expresado su voluntad de involucrarse manteniéndose en contacto entre sí, aprovechando las nuevas tecnologías y redes sociales y además informando, escribiendo y compartiendo regularmente artículos en el sitio web de la UMOFC. Esta red de jóvenes, que están deseosas de convertirse en el "pivote" de la UMOFC, da gloria a Dios ya que demuestran haber entendido la declaración del Papa Francisco en el reciente Sínodo de la Juventud en Roma:

“Hablen con los ancianos, hablen con los abuelos: ellos son las raíces de su crecimiento. Tomen fuerza de sus raíces pero no se queden ahí. Den fruto y conviértanse a su vez en raíz para los demás.”

La Asamblea General de la UMOFC celebrada del 15 al 22 de octubre en Dakar (Senegal) fue una oportunidad para sensibilizar a cada mujer católica para que asuma su compromiso personal, se comprometa como testigo y que lo haga junto a sus hermanas, ya que la unidad hace la fuerza.

Que Dios, a través de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Popenguine, nos ayude a asumir con alegría nuestras responsabilidades, nos dé la fuerza para comprometernos cada vez más por el amor, la unidad y la paz en el mundo.

No puedo concluir esta nota sin reiterar mi gratitud a la UMOFC por la Asamblea General a la luz del Magisterio del Papa Francisco.  Mi gratitud a CUDAFCS y a toda la jerarquía eclesial de la Iglesia de Senegal que no escatimaron esfuerzos para el éxito de esta Asamblea.

¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

Florine Camara Sarre

Association des Femmes Catholiques du Mali