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El 13 de junio, el Dicasterio de los Laicos organizó el Encuentro Anual de Moderadores de las Asociaciones de fieles, de los Movimientos Eclesiales y de las nuevas Comunidades, donde se pudo profundizar sobre “El desafío de la sinodalidad para la misión”, con la particiapación de más de 220 personas provenientes de hasta 95 asociaciones de fieles de todo el mundo.
La mañana empezó con una celebración eucarística en la Basílica de San Pedro presidida por el Card. Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Seguidamente, los asistentes pudieron participar de una Audiencia con el Santo Padre, que se mostró cercano y les pudo dedicar unas palabras. Uno de los deseos que expresó el Papa Francisco fue que “después de este Sínodo, la sinodalidad permanezca como modo de actuar permanente de la Iglesia, a todos los niveles, entrando en el corazón de todos, pastores y fieles, hasta convertirse en un ‘estilo eclesial’ compartido”. También, subrayó que lo más importante del Sínodo es el “camino parroquial, diocesano y universal en la sinodalidad” y quiso enfatizar que “el camino de conversión espiritual parte de la humildad, que es la puerta de ingreso al resto de virtudes”. Finalizó su discurso animando a todos los presentes “¡Seguid adelante! Y, por favor, rezad por mí. ¡A favor!”.
El Cardenal Farrell fue el encargado de introducir la temática central: la importancia de la sinodalidad a lo largo del Sínodo. Además, confirmó el enlace entre el Sínodo y el Concilio Vaticano II, y expresó que el camino sinodal para los movimientos y asociaciones “puede ser muy útil para crear un espíritu de acercamiento, de comunión y de sincera colaboración con los pastores”, y “ser una meta para la misión”, concluyendo que la sinodalidad tiene que encontrar el camino juntamente con “el Espíritu que es quien nos indica para seguir avanzando”.
Por otra parte, intervino el profesor Rafael Luciani con la ponencia titulada “Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal y misionera. La sinodalidad es misionera y la misión es sinodal”, quién profundizó sobre los conceptos “sinodalidad” y “misión”, impartiendo que el “ejercicio de la sinodalidad parte de reconocer que todos somos sujetos activos de la misión”, refiriéndose a la importancia de reconocer que todos somos corresponsables de la vida y que “ser pueblo de Dios quiere decir ser Iglesia en misión, y esto es sacramental”.
Finalmente, tomó la palabra la profesora Elisa Lisiero, que se centró en “La sinodalidad y la experiencia de movimientos”. De su inspiradora ponencia, destacó que el poder caminar juntos, la apertura a la alteridad, es la “esencia de los movimientos”, pues, a través de ellos, se puede llegar a crear un espacio de compartir fraternalmente, ya que, normalmente “en los pequeños grupos es donde se encuentra la palabra de Dios”.
A lo largo de la tarde, las diferentes asociaciones y movimientos pudieron dialogar, poner cuestiones encima de la mesa o expresarse con sus testimonios y prácticas que han llevado a cabo. Mónica Santamarina, Presidenta General, intervino explicando cómo de positivo es que, en la UMOFC y a través del Observatorio Mundial de las Mujeres (WWO), se puedan escuchar las voces de todas las mujeres, sin miedo y sin prejuicios. Este intercanvio de experiencias fue muy positivo e inspirador para todos los que asistieron, pues el diálogo, la escucha y el compartir es un aprendizaje de nuevos modos de hacer por los que todos nos enriquecemos mútuamente.